martes, 6 de diciembre de 2011

Cocinas de diciembre.

Desde hace unos años, en diciembre pongo mi afición y habilidades en la cocina a disposición del personal.

Quiero decir con ello que propongo un servicio de “cocinero en casa” cuyo éxito aumenta año a año.

Lo usual son pequeñas comidas o cenas de empresa –nada de caterings mastodónticos- o familiares, casi siempre en los locales de las empresas o en el domicilio de quien solicita el servicio. La mayoría de esas comidas, ya lo suponen, tienen que ver con la proximidad de las celebraciones de Navidad, Fin de Año o Reyes.

Mi intención, cuando se me ocurrió la idea, fue perpetuar la figura del cocinero familiar de las familias burguesas de hace unos años. Los ágapes suelen ser para poca gente –de cuatro a veinte comensales por término medio- y la gracia estriba en la presencia de un cocinero en casa durante unas horas, lo que asegura una distracción añadida, interesantes charlas y no pocos contactos entre la amistad y el interés profesional, habida cuenta que mis actividades habituales son la comunicación y el sector audiovisual y que la cocina es un excelente pretexto para abrir casa, mente y apetito y compartir con quien me contrata intercambios de puntos de vista a menudo apasionantes y muy buen humor.

Propongo menús, se consensúan con el cliente, cerramos el precio y se acuerda fecha, horario y otros detalles. Preparo en mi cocina las bases para evitar excesivas horas de presencia en el lugar del condumio, termino los platos en la cocina de quien ha efectuado el encargo o en un office improvisado si se trata de un despacho o local, a veces me invitan a café, copas y charla y me voy con la sonrisa puesta y el recuerdo de las caras de satisfacción de los que se han sentado a la mesa.

A veces he de suministrar los enseres de servicio, a veces acudo con un o una ayudante, a veces aporto los vinos y otras veces no.

En cuanto a mi estilo de cocina, mis lectores lo conocen o al menos lo intuyen. Materia prima de temporada y de la mejor calidad, clasicismo con no pocas aportaciones de rabiosa modernidad, raíces mediterráneas, toques afrancesados, notas sofisticadas, equilibrio dietético y escasas concesiones a los excesos de grasa y a las comilonas pesadas y antañonas.

Si la propuesta les seduce pueden llegar hasta mí mediante el sistema de comentarios del blog. Leeré lo que me digan y me pondré en contacto con ustedes de forma inmediata.

Lo bueno, si fácil, dos veces bueno.


Pierre Roca

2 comentarios:

  1. Creo que, leyéndote, no aspiro a nada más importante que poder beneficiarme, algún día, de tu maestría y servicio! :-)

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  2. Au va Manel. Si tu no pots ningú pot. Una altra cosa és que vulguis, clar.

    Com va tot? Al Carles i a mi ens agradaria prendre una copa amb tu qualsevol dia d'aquests. Millor que no sigui a La Palma per qüestions d'economia... Abraçada amic.

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